Por María Laura Rubina
Wicked es considerado uno de los más exitosos musicales en la historia de Londres. Se inauguró en el Apollo Victoria el 27 de septiembre de 2006 y con más de 15 años, es actualmente el noveno musical de mayor duración en el West End, la zona de teatros de la capital inglesa. Por su parte, la producción de Broadway ha estado funcionando durante casi 20 años y se estrenó en el Teatro Gershwin el 30 de octubre de 2003. Basado en la historia de las cuatro brujas del Mago de Oz, el musical nos propone conocer desde otro ángulo tal vez a una de las brujas más legendarias: Elphaba Thropp, Bruja Mala del Oeste.
Con un elenco a la medida de las circunstancias, Julepe tuvo la excepcional oportunidad de ver a Alexia Khadime como Elphaba y Caitlin Anderson, usualmente en el rol de Nessarose -la hermana inválida de Elphaba-, interpretando a la bruja buena del Este, Glinda. Con mucho humor, vestuarios de época deslumbrantes y una puesta en escena que desafía los límites de la imaginación, estas dos talentosas actrices nos cuentan, nos cantan, un relato muy distinto al del Mago de Oz de antaño. Cuando Dorothy triunfó sobre la Bruja Mala del Oeste, sólo escuchamos un lado de la historia. La aclamada novela de Gregory Maguire de 1995, ‘Wicked: The Life and Times of the Wicked Witch of the West’, reimagina la Tierra de Oz, creando un universo paralelo a la conocida historia. La amistad y la confianza son los temas subyacentes, así como el prejuicio y la tolerancia. La corrupción gubernamental también juega un papel en la historia. Y lo que a algunos les puede parecer malo o bueno, en realidad puede ser todo lo contrario. Recreando los orígenes de la relación entre las brujas, nos retrotraen a sus años de estudio, donde Elphaba causa conmoción en el alumnado con su piel verde y sus exabruptos sobrenaturales. Glinda, acostumbrada a su popularidad y a conseguir todo a pedir de boca, se ofusca con la notoriedad de Elphaba y así nace una relación entre brujas que mutará con el correr de la obra, dejándonos una imagen muy distinta de ambas y una frase que bien vale llevarse con uno: “Porque te conocí”.
El musical propone conocer desde otro ángulo tal vez a una de las brujas más legendarias: Elphaba Thropp, Bruja Mala del Oeste.
El Maravilloso Mago de Oz, obra original del 1900 del estadounidense Lyman Frank Baum, se presta de manera cuasi ilimitada a esta y otras obras. Londres nomás aloja las producciones del Mago de Oz y de Wicked. No sería descabellado pensar que son suficientes brujas en una sola ciudad pero, parece ser que Londinium tiene lugar para más.
Sin muchas vueltas, Las Brujas -The Witches- está calentando motores para su inminente debut este 7 de Noviembre. La obra está basada en el polémico libro de Roald Dahl del mismo nombre. La vasta obra de Dahl ha pasado por manos editoriales sin que se les corrija tan sólo una coma pero, este libro en particular fue objeto de censuras en febrero del 2023. Las Brujas fue prohibido por algunas bibliotecas norteamericanas debido a la misoginia percibida; Puffin Books, una división de Penguin Books, anunció que re-escribiría partes de muchas de las novelas infantiles del autor inglés, cambiando el lenguaje para, en palabras del editor, «garantizar que todos puedan seguir disfrutándolo hoy». A pesar de las duras críticas por parte de figuras públicas del Reino Unido, incluidos los autores Salman Rushdie, el primer ministro británico Rishi Sunak y la reina Camilla. Finalmente, en Las Brujas, se realizaron más de cincuenta cambios, descripciones muy alteradas de la calvicie de las brujas y el uso de pelucas (incluida la adición de una oración que no se encuentra en la obra original, defendiendo el uso de pelucas por parte de las mujeres), eliminando muchas referencias a diferentes apariencias de mujeres, eliminando palabras grotescas o insultantes como granujita, sucia y bruja, y eliminando instancias de la palabra gorda (por ejemplo, cambiando «ratoncito gordo y marrón» por «ratoncito marrón»).
En este fascinante libro de fantasía oscura, la historia se desarrolla en parte en Noruega y en parte en Inglaterra, y presenta las experiencias de un joven inglés – Bruno Jenkins- y su abuela noruega en un mundo donde existen secretamente sociedades de brujas que odian a los niños de todo el mundo. Cuenta con dos versiones cinematográficas homónimas, la primera data de 1990, protagonizada por una exultante Anjelica Huston interpretando a la Gran Bruja, junto a Mai Zetterling como Helga y Jasen Fisher en el papel de Luke. Ya en el 2020 -tiempos de Covid- se lanzó una nueva versión del film, esta vez mucho más lustrosa bajo la dirección de Robert Zemeckis, con las tenebrosas interpretaciones de Anne Hathaway, Octavia Spencer y Stanley Tucci.
No sabemos si las brujas realmente odian a los niños como nos dice Roald Dahl, pero no hay duda de que están entre nosotros.
